BRACCO ALBEDRO MARTA ISABEL

Tenía 31 años de edad, su familia estaba conformada por sus padres y 3 hermanos- 1 varón de 29 años y 2 mujeres de 22 y 16 años-. Ella tenía debilidad por su familia y muy especialmente por su madre, a quién trataba de complacer en todo. Estuvo 9 años de novia y con todo el ajuar se rompió la relación.
Se graduó en Ciencias Políticas en la Universidad John F. Kennedy, y a pesar de exponerse a períodos de agotamiento mental producto de su esfuerzo intelectual por su alto nivel de autoexigencia, comenzó a estudiar Psicología en la UBA. Su compromiso ideológico con la izquierda peronista la llevó a militar política y gremialmente en la JP y la JTP, siendo uno de sus compañeros de militancia Mario O. Miquel.
Marta “Chichita” o “Nena” como le decían en familia, despertaba admiración no sólo por su aspecto elegante y formal, sino por su generosidad, inteligencia, capacidad, honestidad, integridad y particularmente por su sensibilidad y solidaridad con los indefensos y desposeídos. Ella tenía un verdadero sentido de justicia social.
No obstante la diferencia de edad con la mayor de sus hermanas, eran muy unidas. Ella recuerda que Marta le enseñó a analizar la realidad desde una perspectiva distinta, se despegaba de lo inmediato y observaba el juego de estrategias aplicadas en Latinoamérica presagiando el futuro como si se proyectara en el tiempo viendo los escenarios desde una vista panorámica: “la deuda externa hace inviable el futuro de los países latinoamericanos, es como vivir en una casa hipotecada con la incertidumbre si vas a poder pagar las cuotas, denigrándose lo esencial: la educación, la salud, el trabajo”.
Ingresó al Banco en agosto del 66 y se desempañaba como Ayudante de firma de la Rama Administrativa en Licitaciones de la Gerencia de Administración de Casa Central ubicada en la ciudad de Buenos Aires y era delegada de base.
Fue secuestrada el día 20 de septiembre de 1977. No volvió del trabajo a su casa. Aunque no hay testimonios de su paso por un CCD, su madre recibió un dato, entre tantos otros que su hija se encontraba alojada en la Cárcel de Devoto, por lo que intentó visitarla, pero entre negativas y malos tratos nunca pudo corroborarlo. Ante la desesperación de no dar con su paradero, su madre, todos los fines de semana salía a visitar cárceles, así se recorrió gran parte de las cárceles de mujeres del país llevando ropa y comida para Martha por si acaso pudiera dar con ella.
La medida dispuesta por Acta de Resolución de Directorio Nº 7170/77 de fecha 1 de noviembre de 1977, basada en “Abandono de Cargo” por “inasistencias injustificadas”, fue una sanción que la declaró “Cesante”.
Aproximadamente 15 días antes de su desaparición su madre, preocupada por su militancia gremial, le rogó que dejara de trabajar en el Banco a lo que ella respondió “prefiero morir de pie y no vivir de rodillas”.
Por Acta de resolución Nº 1660/04 de fecha 22 de diciembre de 2004, el Directorio cambió su encuadre administrativo legal declarando que la causa que motivó su desvinculación laboral de la institución fue su situación de “desaparición forzada de persona”.
Biografía aportada por la Coordinación de Derechos Humanos del Banco de la Provincia de Buenos Aires.