GEORGIADIS OTERO ANGEL ALBERTO

 

Nació el 6 de diciembre de 1948 en la localidad de Bell Ville en la provincia de Córdoba, era un enamorado de la vida y desde muy chico demostró una fortaleza anímica y física poco usual, que se potenciaba ante grandes desafíos.

Una anécdota de su adolescencia lo describe cabalmente: nadador desde chico se anotó en un duro torneo de natación en aguas abiertas previsto para realizarse en 5 horas: Ángel fue el único en llegar a la meta aunque tardó 11 hs.: destreza, buen estado físico y una resistencia espiritual y anímica sin límites fueron para él, la combinación perfecta que lo acompañaría toda su vida.

Gran lector que necesitaba volcar en la escritura sus pensamientos y sentimientos. Práctica que ejerció hasta el último de sus días.
Militante de la Juventud Peronista de los 70, abrazó sin límites la causa de los pueblos y decidió poner “esa combinación perfecta “al servicio de un proyecto de transformación de la realidad”.

A los 22 años se casó con Teté Piñero con quien además de compartir su militancia planificaron formar una familia: el 27 de septiembre de 1973 nació María de la Paz.
Ya para entonces Ángel trabajaba desde junio de 1971 en la sucursal Saavedra del Banco al cual ante el accionar de la Triple A debió renunciar tratando de proteger a su familia.

El 16 de julio de 1975 fue detenido en la Capital Federal por una infracción de tránsito y luego procesado por violación a la denominada ley “antisubversiva”, N°20840, porque en el Citroen que manejaba le encontraron panfletos de Juventud Peronista, agrupación en la que militaba.

Inmediatamente fue alojado en el Penal de Devoto y en diciembre de 1975 fue trasladado a la Unidad Penal N° 9 de La Plata y puesto a disposición del juez federal platense Leopoldo Russo.

En un allanamiento posterior donde saquearon la casa de Lomas de Zamora, encontraron una carta que Ángel había escrito a Teté cuando eran novios, donde decía emulando a Raúl Scalabrini Ortiz: “‘…El hombre que está solo y espera’… eso ya pasó para mí, ni estoy solo ni espero. No estoy solo porque te tengo a vos y no espero porque ya empezamos a buscar”. Cuando se conocieron Angel llevaba el libro de Scalabrini Ortiz consigo. Somos la voz de los que no tienen voz”. “A esa carta la incorporaron como prueba en la causa por infracción a la ley antisubversiva y posteriormente el juez Russo se la devolvió sellada y firmada después de la muerte de Ángel”, nos relató su esposa.

La última carta que Teté recibe desde la cárcel fechada 20 de enero de 1977 dice: “te quiero mucho, estoy con vos, para siempre y por siempre. Ojalá sea cierto uno de mis mayores anhelos: que entre julepe y julepe pase pronto el 77…, decile a la Gorda que siempre la tengo presente, que la extraño mucho y que quiero verla pronto. Para la madre un gran abrazo, para la hija, un abracito y hasta muy pronto. Chau Ángel”.

A principio de enero de 1977 Dardo Cabo y Roberto Pirles fueron retirados de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata y luego fusilados por los asesinos de la dictadura. A Horacio Rapaport y a Ángel Georgiadis los mataron a fines de enero.

Teté recibió un telegrama en donde le informaban que Ángel había terminado con su vida. (Ver telegrama) Después de 1 mes de recorrer juzgados, un comisario le comunica que el cuerpo había sido enterrado en el cementerio de La Plata.

Queremos cerrar esta sintética biografía con el pensamiento vivo de Ángel expresado en una de las últimas cartas que le escribió a su mujer desde la cárcel “Soy emotivo y sensible, me emociono hasta por las cosas más sencillas, busco y me busco permanentemente en el otro. Gozo con el encuentro, me alegro con el amor. Amo profundamente la vida.” (2 de diciembre de 1976).

JUSTICIA.: en la causa “Dupuy Abel David y otros s/homicidios, torturas, tormentos y privación ilegítima de la libertad, el Tribunal Oral Federal N1 en la sentencia dice:
En la carta Angel también escribe: “Hemos venido para los que nunca han tenido posibilidad de elegir, y para los que siempre reciben las migajas del banquete, todo eso y mucho más, pero juntos.”

Cartas

21 de octubre de 1976
“Mi querida Gorda, no se ponga triste (por más que hay razón para que ambos lo estemos), pero en esa tristeza compartida, en esa soledad, pero que es unidad a la distancia, en esta separación que es crecimiento, en fin, en todo lo que le vamos robando a la vida, debemos ver y gozar nuestra alegría de hoy. Te voy a decir, como le dije a Mariquita que no se resfriara más, a vos te voy a pedir que no te dé más asma. Yo estoy con vos, te acompaño y entiendo todo lo que estás pasando, te acompaño, te comprendo, te quiero, te amo así como sos.”

2 de diciembre de 1976
“Soy emotivo y sensible, me emociono hasta por las cosas más sencillas, busco y me busco permanentemente en el otro. Gozo con el encuentro, me alegro con el amor. Amo profundamente la vida.”

15 de diciembre 1976
“No soy el tipo acabado y terminado y que se sobrepone a todo y está por encima de todo. No, Teté, todo lo hago con un gran esfuerzo, con voluntad, con mucho costo también en la negación permanente de mí mismo y de todos mis actos, para quedarme siempre con lo mejor y tirar lo viejo.”
“Quiero ser mejor para vos (…), quiero construir, quiero superar todo lo viejo en mí, quiero que de mí, de vos y de nosotros florezca una relación nueva y que germine nuestro amor en miles de hechos entre nosotros y hacia los demás (…). Sé que vos harás todos los esfuerzos que debas hacer por vos y por los demás”.
“Te garantizo que una de las primeras cosas que haré cuando salga son 15 días (por lo menos) en carpa en Villa Gesell.”
“Hoy y siempre te pido que no dejes que me arregle solo, que busques permanentemente en nosotros, en vos y en mí, que cuestiones y te cuestiones, que nunca nos dejemos estar, nos concedamos, nos encerremos en nosotros mismos sin considerar al otro.”
“Esa pérdida de mi individualidad después de conocerte y vivir junto a vos, gesta un nuevo Angel (…) donde ya no hay suertes, ni caminos individuales si no que estamos profundamente sellados y romper ese vínculo es romperse uno mismo y cada uno de nuestros actos opera en el otro como una virtual caja de resonancia.”

9 de enero de 1977
“Te necesito, necesito de la Teté independiente, fuerte, razonadora, lúcida y, sobre todo, emprendedora para poder cuerpéarsela a las circunstancias.”
“Estoy extrañando horrores a la Gorda, ya van para tres meses, casi, que no la veo. Ya no soporto más estas ausencias de hija.”
“Todo mi cariño, que es mucho; todo mi amor, que es mucho y, por siempre y para siempre junto a vos. Ojalá podamos levantar cabeza, estando juntos muy pronto.”

18 de enero de 1977
“Después de siete meses de régimen de castigo ininterrumpido, me puede caber la comprensión de estar cansado.”
“Estoy con mucha bronca, tensión, incertidumbre. (…) Te pido que sigas esforzándote por nosotros, que seas vos la que ponga hoy una mayor cuota de comprensión, tratando de ver la situación en su conjunto hoy quiero gritar, gritar y gritar por todo lo que me pasa, por las dificultades, por la incomunicación, porque no tengo recreo, porque no tengo visita completa, porque no salió la carta, porque el 14 de febrero recién vence el castigo, porque no veo a la nena, porque cada día es más difícil vivir como preso. Por todas esas cosas y, fundamentalmente, por la impotencia quiero gritar (…). Te quiero fuerte, como la mujer de la Biblia, así para descansar en vos. Sé que estamos encaminados y saldremos adelante.”
“Siento que cada carta es un ladrillo más, un paso más, un conocimiento mayor de cada uno de nosotros. Vivimos y palpitamos a través de nuestras cartas.”

20 de enero de 1977 (debe ser la última)
“No sólo debés estar preparada para complementar nuestra pareja, sino también en determinados momentos, cuando la cosa así lo indique, tener un papel más protagónico. Protagonismo es asumir la responabilidad de los dos, cuando uno de los términos no puede cumplir por equis razón.”
“Gorda, yo te pido que no me falles, que sigas con este esfuerzo por nosotros, no hay avances sin verdaderos sacrificios.”
“Mi querida Gorda: te quiero mucho, estoy con vos, para siempre y por siempre. Ojalá sea cierto uno de mis mayores anhelos: que entre julepe y julepe pase pronto el 77. Un beso y un abrazo, a la Gorda todo mi cariño y decile que siempre la tengo presente, que la extraño mucho y que quiero verla pronto. Para la madre un gran abrazo, para la hija, un abracito y hasta muy pronto. Chau Angel”