QUINTERNO SABATINI JORGE ALBERTO

Tenía 27 años, era soltero y vivía con sus padres y su hermana menor. Era Periodista Deportivo, estudiaba Ciencias Políticas en la UBA y militaba en el Frente de Izquierda Popular que conducía Jorge Abelardo Ramos, hasta que disintió con el líder partidario cuando decidió apoyar la candidatura de Isabel de Perón.
Ingresó al Banco en febrero del 70. Se graduó en 1974 en la Escuela Superior de Periodismo Deportivo José R. López Pájaro. Su amor por la profesión, que llegó a ejercer en Diario Crónica, lo llevó a renunciar al Banco, en junio de 1975.
Ante el fallido intento solicitó ser reincorporado, ingresando en diciembre de ese mismo año para desempañarse nuevamente cono Auxiliar de la Rama Administrativa en la Sucursal Caseros ubicada en la localidad del mismo nombre. Era el delegado de base de la Sucursal.
Fue secuestrado el 27 de enero de 1976, antes del golpe de estado, de su domicilio en la localidad de Caseros en presencia de su familia, por un grupo comando de la Alianza Anticomunista Argentina o Triple A.
La medida dispuesta por Acta de Resolución de Directorio Nº 4820/76 con fecha 29 de julio de 1976 basada en “Abandono de Cargo” por “Inasistencias Injustificadas” fue una sanción que lo declaró “Cesante”.
Por Acta de Resolución Nº 166/04 de fecha 22/diciembre/2004, el Directorio cambió su encuadre administrativo legal declarando que la causa que motivo su desvinculación laboral de la Institución fue su situación de “desaparición forzada de persona”.
El día 24/octubre/2006 su familia descubrió una placa en su memoria en la Sucursal Caseros-ex Tres de Febrero- y empleados ya jubilados expresaron el siguiente mensaje:
“Nosotros, compañeros de Jorge Alberto Quinterno de la Sucursal Tres de Febrero/5003 año 1976 adherimos al homenaje que pretende reparar una injusticia. Nos resistimos a creer que esto sea una mera crónica necrológica porque consideramos que los militantes de la talla de Jorge no desaparecen, más allá de su ausencia física, nos queda el ejemplo de su hombría de bien, su inquebrantable deseo de ver un país más justo, sus consejos a no entregarnos fácilmente, hacer valer nuestros derechos, revelarnos ante las injusticias y contagiarnos su fe en que el futuro podía ser mejor. No lo recordamos con dolor si con profundo respeto, porque donde quiera que esté seguirá luchando por las mismas ideas en la certeza que no habrá cielo para traidores”.
Biografía aportada por la Coordinación de Derechos Humanos del Banco de la Provincia de Buenos Aires.