SCHWARTZ SEIJAS JULIO CESAR

Julio nació en La Plata, provincia de Buenos Aires. Inteligente, trabajador, inquieto, emprendedor con un gran amor a la vida, estaba decidido a cambiar el mundo.

Con ese pensamiento asumió una militancia profunda y comprometida, sólo contenida por su novia, Ana María Portas.

Junto a ella, ingresó al Banco a los 23 años, de la mano de su suegro que por entonces era el Jefe de Capataces de Talleres y vivía en la Casa Central.

Estudiaba Geología en la Universidad de La Plata, carrera que debió postergar ante la llegada de los 2 hijos, Adriana y Germán.

Ante los rumores de que el golpe militar se acercaba, por razones de seguridad familiar, deciden trasladarse a San Carlos de Bariloche, lugar donde vivía el padre de Julio, por entonces muy enfermo y el 11/8/75 , el Banco le concede el pase en “comisión” a la sucursal de esa ciudad.

“Desde que llegamos a Bariloche, pasamos tiempos difíciles y Julio tuvo que buscar otro trabajo. Entraba al Banco a las 7 de la mañana y al mediodía trabajaba en un restaurant que quedaba a la vuelta de la sucursal y a eso de las 19 hs. volvía a terminar su trabajo al Banco. ¡No saben cuántas veces me quedaba con él para ayudarle a puntear diferencias en sus tiras de suma! Y después los dos, nuevamente a trabajar al restaurant” recuerda Ana María.

Sin embargo, la tranquilidad de la lejanía de la gran capital no duró mucho tiempo y a pesar de que Julio había abandonado su militancia activa, las noticias que llegaban de Buenos Aires lo hicieron pensar que si seguía en un puesto oficial, su vida correría peligro. El 14 de febrero de 1977 renunció al Banco, y se fue con su familia a vivir a El Bolsón, entonces “pueblito”, y a trabajar como siempre junto a Ana María, como administradores de un pequeño hotel.

El 1º de abril de 1978, a sólo 3 cuadras de su casa, un auto lo interceptó y hasta hoy permanece desaparecido.

Sobrevivientes del Centro Clandestino “El Banco”, declararon que el 1º de abril escucharon que las fuerzas represivas ingresaron a un tal Schwartz, al que llamaban “el gerente”. Nadie supo más nada de él.

Adriana su hija, trabaja actualmente en la sucursal San Carlos de Bariloche en donde todavía hay algunos compañeros de su padre. Germán, el menor de los hijos, pero padre de 3 niños, espera pronto formar parte de la gran familia del Nación como su abuelo, sus padres y su hermana. Nosotros también lo ansiamos.
(Biografía aportada por la Comisión de Empleados del Banco de la Nación Argentina por la Memoria, la Verdad y la Justicia)